miércoles, 22 de diciembre de 2010

Acerca de mí

Hace algún tiempo le comenté a mi padre que tenía en mi memoria, como si fueran fotografías, dos lugares muy diferentes que considero son los recuerdos más antiguos de mi vida, tenía tres años aproximadamente. Uno de ellos era un camino rodeado de grandes e impresionantes cipréces, en medio de campos típicos del paisaje andino, él me dijo que el lugar se llamaba Colquepata y que ese camino era el que conducía a la escuela donde él trabajaba como maestro, uno de los miles de pueblitos ubicado  a 4000 metros de altura en la Cordillera de los Andes. El segundo recuerdo, es verme de pie, mirando una pequeña casita de madera casi oculta entre una niebla tan espesa que lo cubria todo, esa pequeña casa era donde mi familia vivía en los tiempos que mi padre era maestro en Marcapata, un pequeño pueblo en la Selva Alta del Cusco.

Comento estos cortos pasajes de mi vida porque supongo que a los tres años ya me sentia cautivado por  la naturaleza y es por eso que no tengo recuerdos de ninguna ciudad o algo parecido hasta muy avanzada mi niñez.
Ya un poco más grande, estudie varios años en colegio franciscano donde recibí conocimientos a la par de azotes, seguramente mucho más de lo primero que de lo segundo, aunque puedo dejar constancia de que no era un niño malo, afortunadamente. En estos tiempos pasaba tres meses al año en el campo junto a mi padre y mi hermano, sin luz, agua potable y ninguna comodidad que no sea estar rodeado de naturaleza, nunca tenía la menor idea del día y ni siquiera del mes en que vivía, son momentos que nunca dejaré de añorar y que sin duda marcaron mi vida para siempre.

Como adolescente tuve curiosidad por casi todo, pero especial preferencia por las ciencias naturales, la poesía, la literatura y la música, aún recuerdo perfectamente algunos párrafos de los libros que leía con gran emoción y disciplina, también en esta etapa se me vinieron las primeros pensamientos críticos y las dudas filosóficas, y ahora que lo pienso, ahí empecé a disfrutar de la soledad.

De un momento a otro me encontré estudiando para ser odontólogo, luego de tres años de intentarlo y odiarlo en el último, decidí cerrar esta etapa de mi vida, de la que sin duda ahora puedo decir fue aleccionadora, a partir de aquí, mi vida da un feliz giro, "ya que sin darnos cuenta encontramos nuestro destino en los caminos que nos alejan de el", luego, una serie de eventos fortuitos y algunas decisiones algo meditadas, me han llevado a que en este momento me dedique a hacer viajes naturalistas, a descubrir la ornitología y hace algunos años la fotografía, "felizmente".

En una calle del Cusco.


Fotografiando colibríes en el Cock of the Rock Lodge (Foto de Salva Solé)
      


No hay comentarios:

Publicar un comentario